Entendemos la reeducación psicopedagógica como un tipo de intervención psicoeducativa específica, dirigida a niños de cualquier etapa escolar o académica que muestran dificultades específicas de aprendizaje y que acostumbran a estar relacionadas con la presencia de algún trastorno específico en alguna área concreta como la lectura, escritura, ortografía, comprensión, cálculo, déficit de atención, etc.

Nuestro trabajo se centra en la estimulación de diferentes habilidades cognitivas como base para crear estrategias y recursos propios, que permitan compensar y mejorar en aquellas áreas donde se hayan observado dificultades. Pero en ADIR no nos centramos exclusivamente en aspectos puramente académicos, sino que tenemos en cuenta la importancia que tienen aquellos factores emocionales y conductuales que puedan estar interfiriendo. De esta manera, fomentamos paralelamente la autonomía y la autoestima, así como la percepción de auto eficacia y, por tanto, también la motivación que será primordial para facilitar la adquisición de nuevos hábitos de estudios.

Con tal de poder establecer estos objetivos, resultará imprescindible contar con una evaluación completa del niño que nos permita conocer su perfil neuropsicológico y emocional, y que servirá para establecer la línea base con la que comenzar a trabajar y con la que poder comparar tanto la evolución como la eficacia de la intervención.

Por eso es importante destacar, que en nuestro centro, estas sesiones de reeducación están siempre dirigidas por especialistas de la psicología y la neuropsicología que conocen y cuentan con experiencia en este tipo de dificultades y que utilizan de manera adecuada la metodología que mejor se adapta a las necesidades de cada niño y que ofrece los mejores resultados probados.

Sabemos que para maximizar la probabilidad de éxito en la intervención, es necesaria una buena comunicación tanto con la familia como con el colegio, de manera que ADIR realiza un seguimiento periódico, tanto con padres como con profesores,  para poder garantizar una línea de intervención conjunta y bidireccional.

Por último, cabe destacar que las reeducaciones incluyen un asesoramiento tanto a padres como a la escuela, que consiste en ciertas pautas de intervención, recomendaciones adaptadas a las necesidades concretas de cada niño.

Las sesiones de técnicas de estudio se basan en el entrenamiento y la práctica de herramientas y estrategias que ayudan al niño a simplificar y organizar la información para que se pueda asimilar con mayor facilidad, así como para planificarse y estructurar unos hábitos de estudios concretos.

Estas sesiones están dirigidas a niños con dificultades para la organización y planificación del trabajo (dificultades para planificarse el tiempo o los deberes) o para el estudio y el aprendizaje de nueva información, pero que no presentan dificultades específicas de un área concreta.

En este caso, la intervención se realiza utilizando conjuntamente material escolar del propio plan docente del colegio (por ejemplo, resúmenes de temas que estén curando en clase), así como actividades que fomente el uso de estrategias específicas pensadas para mejorar la planificación y organización de la información.

El refuerzo escolar se centra en el repaso de los contenidos escolares y el refuerzo de conocimientos específicos vinculados al programa educativo, así como ofrecer ayuda para preparar exámenes o pruebas de nivel.

Está dirigido a niños que no tienen dificultades para asimilar la información que se da en clase, o a aquellos que no pueden llevar el ritmo al que se les presenta. Los resultados escolares de estos niños mejoran mucho al beneficiarse de una explicación alternativa de las temáticas que les resultan más complejas, y al hacerse de manera individualizada y con plena atención a las posibles dudas que aparecen.

Ofrecemos diferentes tipos de modalidad de refuerzo:

• CLASES PARTICULARES

En este tipo de clases el alumno recibe atención individual, de manera que el profesional se centra en la preparación del temario específico del niño, así como en el acompañamiento de las tareas que mayor dificultad le representan. El tipo de asignatura o tratar en esta modalidad será cualquiera que el alumno solicite.

• CLASES DE REFUERZO GRUPAL

Se trata de clases reducidas de máximo  6-8 alumnos agrupados por edad y escuela (en el caso de escuelas con acuerdo previo), donde se repasará la temática de aquellas asignaturas donde hay mayor dificultad. También se resolverán dudas y se propondrán ejercicios para asimilar correctamente el contenido. De la misma manera durante la época de exámenes se ayudará a su preparación.

Se trata de una alternativa a las clases de refuerzo en grupo para aquellos niños que siguen de manera adecuada el ritmo de las clases ordinarias, pero que se beneficiarían de un espacio donde poder hacer los deberes después de la escuela y tener a su disposición a un tutor que pueda resolverle las dudas que puedan ir surgiendo.

El aula de estudio es en grupos reducidos de máximo 8 niños que comparten un nivel de estudios similar (primaria, secundaria o bachillerato) y que están en todo momento acompañados de un profesional que puede resolver cualquier duda académico o procedimental que se les plantee.

Durante nuestra experiencia con los niños, hemos observado que el inglés como lengua extranjera en la mayoría de colegios, supone todo un reto para aquellos alumnos que tienen dificultades específicas del aprendizaje propias del lenguaje (dislexia, dificultades de comprensión lectora, etc) o déficit de atención (TDAD/H), y por eso se benefician cuando el material de aprendizaje se presenta de manera adaptada a sus dificultades.

La finalidad de las clases de refuerzo es trabajar la misma temática que se da en la escuela, pero ofreciendo material y técnicas de aprendizaje diseñadas para mejorar el rendimiento en los niños con dificultades concretas.

Por ello, se realiza en clases grupales reducidas, con profesionales de la psicología que adaptan el material y que cuentan, además con un nivel de inglés avanzado y experiencia docente en estudios de esta lengua.

Consideramos que no únicamente se han de intervenir en aquellos casos donde hemos encontrado déficit, sino que también es importante y muy beneficioso potenciar la capacidad de aquellos niños que, pese a no tener dificultades académicas, quieran aumentar y estimular sus competencias, tanto a nivel de funciones cognitivas como para otros aspectos que pasan más desapercibidos en el plan docente formal académico. Ejemplo de esto pueden ser la estimulación del uso de la lógica, la resolución de problemas, el pensamiento divergente o la creatividad, entre otros.

De ese modo en estos talleres, se presentan actividades diversas (individuales y en grupo) que permiten que los niños refuercen y potencien el desarrollo de sus competencias, a la vez que fomentan el uso de todos los recursos mentales que tienen disponibles mediante el planeamiento de diferentes situaciones, ejercicios o juegos, siempre desde una perspectiva lúdica y atractiva para ellos.

Tanto la estabilidad como el proceso de aprendizaje se encuentran condicionados por la afectividad, y es por eso que desde ADIR ofrecemos un espacio para trabajarla. La afectividad es una de las primeras cosas que se desarrolla en un niño y es importante tanto por él mismo, como por su relación con la cognición y la conducta (los niños conocen inicialmente las cosas mediante sus interacciones emocionales, después hacen servir estos conocimientos en el mundo cognitivo).

Este taller es, por tanto, un espacio para trabajar las emociones y la forma en la que nos interaccionamos con ellas, ya que contribuyen a determinar que hemos de pensar y cómo, que hemos de decir y cuándo. El objetivo del taller es hacer capaces a los niños de conocer y reconocer una emoción, darles herramientas para que puedan gestionarlas con seguridad y autocontrol, y facilitar la adquisición de habilidades como la asertividad y la empatía con tal de contribuir a establecer relaciones sociales positivas.

Este taller puede desarrollarse de forma independiente, pero es un buen complemento al “Taller de psicodrama y habilidades sociales”, que es el espacio donde se reconocen y se exploran de forma más vívida las emociones trabajadas.

El Psicodrama es una técnica terapéutica y educativa que integra el cuerpo, las emociones, el pensamiento y la conducta. La base de su metodología es la interpretación del juego dramático para integrar situaciones de aprendizaje.

Mediante la presentación de obras, improvisaciones o “rol plays” el niño puede explorar diferentes conductas que no pone en práctica en su día a día, a la vez que refuerza y descubre nuevas pautas de comportamiento, más adaptativas con las que no se había sentido identificado previamente.

El teatro dirigido tiene la capacidad de desarrollar la espontaneidad y permite integrar los impulsos corporales, las emociones, los sentimientos, el pensamiento y la voluntad delante de situaciones, ya sean nuevas o no. Además, cuenta con una potente tendencia socializadora que ayuda a dotar de estrategias comunicativas y sociales a niños con dificultades de relación o timidez extrema.

Es por todo esto que resulta muy adecuado para aquellos niños que tienen dificultades de relación social con sus iguales, tanto por defecto como por exceso, y que pueden beneficiarse del psicodrama como herramienta de exploración de nuevas conductas.

Los grupos de psicodrama están dirigidos e importados por psicólogos con titulación en arte dramático, que conducen y acompañan a los niños durante toda la experiencia.

Los grupos son reducidos de hasta 6 niños, con edades y características previamente analizadas según se considere más beneficioso para el objetivo conjunto.

Desde ADIR también ofrecemos cursos y charlas con diferentes profesionales especializados en diversas áreas para padres y madres de niños  en edad escolar, donde se tratan diferentes temas relacionados con los niños y sus posibles problemas más habituales tanto a nivel de aprendizaje como académico, emocional o conductual.

Durante estos talleres o charlas, se ofrece información práctica y de debate que no solo proporciona pautas y estrategias de afrontamiento delante de las situaciones descritas por el profesional, sino que además brinda la posibilidad de conocer las alternativas que otros padres y madres están llevando a cabo en situaciones similares.