La infancia y la adolescencia…
…son periodos de la vida en los que somos extremadamente vulnerables y llenos de cambios, tanto orgánicos como psico-sociales.
Los maestros y los padres son los primeros en advertir si existe alguna dificultad, tanto de conducta como emocional en el niño, por eso, tienen un papel vital.
Es muy importante que desde que se detecta un problema psicológico, su entorno se coordine para poder proporcionar la mejor asistencia.
Algunos de los síntomas principales a tener en cuenta en niños pueden ser: síntomas de ansiedad, inquietud, agresividad y oposición delante de las normas o figuras de autoridad, dificultades para conciliar el sueño o terrores nocturnos, rabietas sin motivo aparente, etc.
Por otro lado, la adolescencia, al ser una etapa de cambio, es habitual que aparezcan dificultades para asimilar los nuevos roles y exigencias que se les pide, tanto a nivel social como familiar o académico. Por eso se puede dar conductas o actitudes de aislamiento e introversión, además de las relacionadas con la alimentación, sexualidad, estado de ánimo negativo, consumo de drogas y alcohol, etc.
Hemos de tener en cuenta que estas etapas son vulnerables a otras dificultades relacionadas con el ámbito académico o de aprendizaje que pueden interferir en el estado emocional del niño.
¿Qué hacemos al respecto?
Nuestra psicóloga especializada en esta etapa, concertará una primera visita con los padres donde realizará una entrevista para conocer el historial vital del niño o adolescente y el motivo de consulta principal.
A partir de aquí, se establecerá una evaluación donde se conocerán las principales dificultades del niño o adolescente y se diseñará un plan de intervención y trabajo individual adaptado a sus características.
Será también muy importante la coordinación entre la familia, escuela y el profesional durante todo el proceso.
Además, ofrecemos otros servicios de ayuda y refuerzo escolar para niños adolescentes. ¡Consulta todo lo que hacemos en ADIR en el cole!