¿Qué son los trastornos de personalidad?

La personalidad es la manera en la que cada uno de nosotros percibimos, pensamos y nos relacionamos con el otro y con nosotros mismo. Esta  es particular, diferente para cada persona, lo que implica que todos tenemos un patrón propio de comportamiento, emociones y pensamiento, que deberían ser funcionales y coherentes con las expectativas de la cultura en la que vivimos.

Cuando de manera estable y persistente, nuestra forma de percibir, pensar y relacionarnos es inflexible y no se adapta al entorno en el que vivimos, puede generar un deterioro funcional o un malestar  significativo en nuestro día a día, interfiriendo en nuestra capacidad para relacionarnos con otras personas, en el trabajo o en otros contextos. Si esto sucede, es posible que nos encontremos ante un trastorno de personalidad.  .

Hay diferentes tipos y de diferente gravedad, siendo los más conocidos los que comentamos brevemente a continuación:

  • Trastorno límite de la personalidad (TLP): La característica definitoria es un comportamiento inestable en  cuanto a las relaciones con los demás (que suelen ser turbulentas), y al afecto hacia los otros y uno mismo. También hay una marcada impulsividad a la hora de actuar, y sentimientos de vacío o miedo intenso al abandono.
  • Trastorno de la personalidad dependiente: Lo sufren personas que dependen demasiado de los demás para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas. Esto conlleva a menudo poca iniciativa, dificultades para tomar decisiones o expresar desacuerdo y miedo a la separación.
  • Trastorno de la personalidad obsesiva-compulsiva (TOC): Consiste en un patrón común de preocupación excesiva por el orden, el perfeccionismo y el control, de manera que el comportamiento deja de ser eficiente por que presta demasiada atención en los detalles o normas.
  • Trastorno de la personalidad antisocial: Lo que se observa fundamentalmente es una conducta de menosprecio y violación de los derechos de los demás, y una carencia de sentimiento de culpa por ello. Además, pueden presentar conductas extremadamente impulsivas y/o violentas.

¿Qué hacemos en  ADIR?

 Sentirse identificado con alguno de estros trastornos descritos no implica tenerlos, y es que son patologías complejas que puede tener síntomas parecidos a otras entidades clínicas. Por ello es recomendable en estos casos acudir a un especialista que realice el diagnóstico y pueda explicar exactamente que es lo que está pasando y que pasos deberá seguir.

En ADIR podemos realizar esta evaluación y por ello, lo primero que haremos será conocer en profundidad cada caso mediante una entrevista clínica y diversos cuestionarios. Hay que tener en cuenta que si bien el diagnóstico  tiene importancia, lo más importante para nosotros no es esa etiqueta, sino detectar las dificultades existentes que impactan en el día a día para poder diseñar una intervención específica que estará siempre basada en técnicas de eficacia probada.